El vetiver es una hierba alta y perenne conocida por su sistema de raíces profundas, que la hace muy eficaz para el control de la erosión del suelo, la conservación del agua y la estabilización de la tierra. También es valorada por sus raíces aromáticas, que se utilizan en la producción de aceites esenciales, perfumes y remedios naturales.

El vetiver crece bien en climas tropicales y subtropicales y suele plantarse en hileras a lo largo de los contornos para estabilizar las pendientes y evitar la erosión del suelo. El vetiver crece en grupos densos con hojas estrechas y rígidas, y sus raíces pueden alcanzar hasta 3 metros de profundidad, anclando el suelo de manera eficaz. Más allá de sus usos prácticos, el vetiver también es conocido por su agradable aroma terroso, que se extrae de sus raíces para diversas aplicaciones comerciales.