La mandarina criolla es una variedad de mandarina conocida por su fruta dulce y jugosa y su piel fácil de pelar. Esta variedad es especialmente popular en Panamá y otras partes de América Central, donde es apreciada por su rico sabor y versatilidad tanto para consumo fresco como para uso culinario.

El árbol de mandarina criolla panameña es un árbol de hoja perenne que crece en climas cálidos, tropicales y subtropicales. Tiene hojas brillantes de color verde oscuro y produce flores blancas fragantes que se transforman en frutos de tamaño mediano de color naranja brillante. La fruta suele ser fácil de pelar, lo que la convierte en una de las favoritas para picar, y tiene un sabor dulce y ácido que es perfecto para el consumo fresco, los jugos y los postres.